El aceite esencial de árbol de té: propiedades y usos

Hace unos días os hablábamos sobre las nuevas toallitas para la higiene íntima que hemos presentado en nuestra tienda y os comentábamos que están enriquecidas con aceite de árbol de té. Hoy os explicamos qué planta es esta y os desgranamos sus múltiples propiedades y usos.

El árbol del té o Malaleuca alternifolia es un arbusto o pequeño árbol de la familia Myrtaceae del cual se extrae un aceite con excelentes propiedades. No debe confundirse con la Camellia sinensis, que es la planta que se utiliza para hacer el té.

Originario de Australia, este árbol crece de forma natural en terrenos pantanosos de la costa norte de Nueva Gales del Sur, y hoy en día, se cultiva en todo el país.

De sus hojas y corteza se extrae el aceite esencial, que ya usaban hace milenios los aborígenes australianos, dadas sus múltiples cualidades. El nombre de árbol de té se lo dio el capitán inglés James Cook hacia 1770, al observar que los aborígenes de la zona preparaban una infusión con sus hojas machacadas con la que aliviaban la tos y la garganta dolorida, además de aplicarlas en forma de cataplasma para curar heridas, picaduras de insectos, infecciones cutáneas y quemaduras.

Hoy en día, la producción de este aceite es muy comercial y existe una gran variedad de productos en el mercado.

Propiedades y usos del aceite esencial del árbol del té

El aceite esencial de árbol de té es uno de los aceites esenciales más versátiles que existen. Tiene infinidad de aplicaciones que van más allá de las relacionadas con la salud y el bienestar personal, que lo hacen imprescindible en cualquier botiquín o neceser de viaje. Además de ser una de las plantas con mayor potencial antiséptico que se han descubierto, tiene multitud de propiedades que hacen que en la actualidad sea un ingrediente muy utilizado en la elaboración de productos cosméticos y dermatológicos, debido a sus efectos protectores de la piel frente a infecciones.

Uso como antiséptico

El aceite esencial de árbol del té es uno de los más potentes antisépticos naturales. Debe usarse por vía tópica y siempre diluido, bien en aceite base o bien en alcohol de 70 grados como vehículo. Dada esta propiedad, podemos aplicarlo en heridas, quemaduras y ampollas, ya que resulta muy efectivo contra la aparición de infecciones.

Remedio contra el acné

Dado su poder antibacteriano, este aceite esencial es muy usado como remedio natural contra el acné. Se puede utilizar de distintas maneras: mezclado con hamamelis; con gel de aloe vera, del que ya vimos también sus grandes cualidades en este post y en este; o con miel, a modo de mascarilla. Siempre con moderación ya que un uso excesivo puede provocar la alteración de la propia grasa de la piel y empeorar el problema. Otra precaución adicional es que no hay que exponerse al sol tras su uso, ya que este aceite reacciona con los rayos UV y puede provocar la aparición de manchas en el rostro.

Alivio de los hongos, la caspa o los piojos

Dadas sus propiedades fungicidas, el aceite de árbol de té también puede usarse para aliviar o evitar la aparición de infecciones en las uñas, el pie de atleta y otros hongos en los pies. En este caso puede aplicarse puro directamente sobre la zona afectada y masajear con los dedos.

Algunos tipos de caspa son causados por el hongo Pytirosporum ovale, que se encuentra de forma natural en la piel; por tanto añadir unas gotas de aceite de árbol de té al champú también nos puede ayudar a aliviar este problema, ya que regulariza las glándulas sebáceas y calma la irritación de la piel. Añadir unas gotas en el champú también sirve como remedio contra los piojos.

Otros usos del aceite de árbol de té

En general, dada la excelente combinación de propiedades antisépticas, antifúngicas, antibacterianas y antiinflamatorias de esta sustancia, la convierten en un gran remedio contra multitud de afecciones de la piel. Además de las ya comentadas, sirve para tratar muchas otras como el herpes labial y sarpullidos de varicela o sarampión, aplicándolo directamente sobre la piel, ya que calma el dolor y acelera la cicatrización; el resfriado, congestión nasal, bronquitis, tos, sinusitis… diluyendo unas gotas en agua y haciendo vahos con esta mezcla; e incluso algunas infecciones ginecológicas, candidiasis, cistitis, hemorroides… mediante baños de asiento.

Igualmente, puede usarse para aliviar ciertos dolores musculares, reúma, artritis o gota; y es un excelente aliado para aliviar la irritación de la piel causada por la depilación o el afeitado, así como las picaduras de mosquitos o incluso las verrugas.

Algunas precauciones a tener en cuenta

El aceite de árbol de té sólo debe ser utilizado por vía tópica, no debe ser ingerido ni entrar en contacto con los ojos. En caso de piel sensible conviene usarlo siempre diluido en un aceite base.

Es tóxico si lo ingieren los animales domésticos o los niños pequeños. Tampoco debe ser utilizado por mujeres embarazadas o en periodo de lactancia. En adultos, su ingestión puede causar ataxia, mareos, náuseas e incluso cierta desorientación. Por tanto este aceite siempre deberá ser usado con precaución.

Pese a todo esto, vemos que sus fantásticas propiedades hacen que sea un perfecto aliado para tener siempre a mano en nuestro botiquín. Y vosotros, ¿conocíais el aceite esencial de árbol de té y sus excelentes cualidades? ¿Conocéis otros usos de esta sustancia? ¡Dejadnos un comentario!

Fuentes: Ecocosas, El Granero, Wikipedia, Botanical on-line

Las propiedades del Aloe Vera

Conocida como “el prodigio de la naturaleza”, el aloe vera se ha usado desde tiempos inmemorables como remedio cicatrizante, analgésico y depurativo. Hoy desgranamos las propiedades de esta maravillosa planta que no puede faltar en nuestro hogar.

Qué es el aloe vera

La palabra “Aloe” procede del árabe “Alloeh” (amargo), y la palabra “Vera” del latín “Verum” (verdadera). El nombre hace referencia al sabor amargo de su jugo y al hecho de que esta especie se considera la auténtica, la verdadera con respecto a otros tipos de aloes.

El aloe vera o sábila es una planta suculenta, es decir, un tipo de planta que ha modificado alguna de sus partes para permitir el almacenamiento de agua en grandes cantidades. De este modo, son capaces de conservar agua durante periodos prolongados y sobrevivir en ambientes áridos y secos, que resultarían inhabitables para otras especies.

Originario de África, podemos encontrar el aloe vera también en América Central y el sur de Europa, preferiblemente en zonas cálidas y secas, aunque hoy en día se cultiva en todo el mundo dado su extendido uso como planta decorativa, para usos medicinales, en cosmética e incluso para alimentación.

Cómo se obtiene el aloe vera

Las hojas pueden recolectarse cada 6 meses. Se deben retirar únicamente unas 2 ó 3 hojas por planta y deben ser cortadas por la base, cerca del tallo. Una vez recolectadas, deben ser lavadas y fileteadas. La epidermis debe eliminarse, ya que contiene aloína, una sustancia que, en función de la dosis, puede resultar tóxica.

De la planta de aloe vera se obtienen dos productos:

– El acíbar de aloe o zumo, un látex amargo y amarillento que se encuentra justo debajo de la piel de las hojas. Se obtiene dejando fluir el líquido que sale de las hojas cortadas transversalmente en un recipiente. Tiene un olor muy característico y fuerte. Es una sustancia laxante y utilizado puro sobre la piel puede causar irritación, por tanto, no debe confundirse con el gel.

– El gel de aloe, que está situado en el centro de las hojas. Es de aspecto brillante y transparente, parecido a una gelatina, y es de sabor amargo. Debe eliminarse la piel para evitar la oxidación, que le daría un color oscuro; y para conservarlo en buenas condiciones debe estabilizarse el material recién obtenido y preservarlo de la contaminación bacteriana y fúngica. Es la parte que se usa para tratamiento de la piel y no tiene efecto laxante ni irritante digestivo.

Estas dos sustancias permiten tratar muchos problemas de salud. Hoy en día la obtención del gel se realiza industrialmente, y podemos encontrarlo líquido o en forma de suplemento, de venta en farmacias y tiendas de medicina natural. En ocasiones, lo encontraremos también en polvo (con sus variantes en forma de extracto, cápsulas, comprimidos, cremas, ungüentos o jugo) resultado de la liofilización de las hojas de aloe previamente cortadas.

Propiedades del aloe vera

Las propiedades del aloe vera ya eran muy conocidas en la Antigüedad. El dato más antiguo del que se tiene constancia es la mención en una tablilla sumeria del siglo XXI a.C., y también aparece dibujado en las paredes de algunos templos egipcios desde el IV milenio a.C. Cleopatra lo usaba en sus famosos baños de leche, los romanos lo utilizaban como cicatrizante para las heridas después de las batallas y los mayas lo empleaban como remedio contra el dolor de cabeza. Incluso, aparece mencionado en el Kama Sutra por sus propiedades afrodisiacas.

El aloe vera es una planta especialmente efectiva para las afecciones de la piel. Los beneficios que le aporta son conocidos en todo el mundo, razón por la cual se usa cada vez más en cosmética. La mayoría de los fabricantes obtienen y purifican sus extractos evitando las sustancias más irritantes. También podemos utilizarla en casa extrayendo el gel del interior de las hojas, pero al no poder separar sus componentes y contener algunos que pueden resultar irritantes o provocar alergias, debemos usarlo con cierta precaución.

Esta planta tiene grandes propiedades muy beneficiosas para la piel:

Depurativa y laxante, con lo que nos ayuda a eliminar toxinas.

Antiinflamatoria y analgésica, reduciendo la hinchazón, el picor y el dolor.

Antibacteriana y cicatrizante, resultando muy útil para heridas y quemaduras.

Antioxidante y antienvejecimiento, por su combinación de minerales, vitaminas y enzimas.

Usos del aloe vera

Podemos aplicar el gel del interior de las hojas directamente sobre la piel, recién extraído en casa, o bien usar cosméticos con alto contenido de aloe vera, más seguros por su elaboración controlada. También podemos consumir su zumo, solo o mezclado con otros, cuyos beneficios abordaremos más adelante en otro post.

También conviene tener cierta precaución con el aloe vera y utilizarse únicamente para afecciones menores de la piel, es decir, aquellas heridas, cortes, quemaduras, etc, que no presentan mucha gravedad. Estudios recientes demuestran que si se aplica sobre heridas profundas pueden agravarlas.

En general, el aloe vera se utiliza para tratar:

Quemaduras menores producidas por radiaciones, el sol, agua caliente, aceite, etc., ya que el aloe vera es refrescante y calmante del dolor, y puede utilizarse también como protector solar.

Lesiones menores de la piel, como cortes, rozaduras, heridas, hematomas, llagas, úlceras e incluso algunos casos de dermatitis, por su poder como regenerador celular.

Psoriasis, contra la que resulta muy efectivo aplicándose durante unos 30 días, ya que ayuda a disminuir el picor y las placas de la piel.

Herpes, puesto que el aloe ayuda a que las heridas no se infecten y alivia la zona afectada, disminuyendo el dolor, la quemazón y el picor.

Orzuelos, constituyendo una de las mejores opciones para tratarlos.

Anginas o amigdalitis, haciendo gargarismos con el gel de la planta diluido en agua.

Picaduras de insectos, siendo quizá su uso más conocido.

Gingivitis, llagas u otras afecciones de la boca, puesto que el jugo de la planta posee un valor tonificante y astringente.

Aloe vera en cosmética

El aloe vera se utiliza ampliamente en cosmética por sus propiedades astringentes, antiinflamatorias, bactericidas e hidratantes, que lo convierten en un producto muy adecuado para el cuidado y la salud de la piel.

El gel de aloe vera mezclado con una pequeña cantidad de acíbar se puede utilizar para tratar el acné, dada su función astringente y antiséptica, que seca la piel y evita el crecimiento de bacterias infecciosas, al igual que elimina el brillo en las pieles grasas.

También resulta muy beneficioso, el gel solo o mezclado con aceite de caléndula, para aplicar sobre la piel tras la depilación, gracias a su poder calmante.

El zumo de aloe vera diluido en agua se puede utilizar después del champú para enjuagar el cabello, proporcionándole vigor y ayudando a su crecimiento, e incluso a la prevención de la calvicie. Por sus propiedades astringentes, resulta muy adecuado para su uso en cabellos grasos.

El aloe vera se recomienda también en el cuidado de las uñas, mezclando un poco de gel de aloe con crema hidratante de manos. Incluso algunos especialistas utilizan unas gotas de acíbar mezclado con el gel para tratar los hongos de las uñas.

En definitiva, vemos que las propiedades del aloe vera son extensísimas y que posee multitud de efectos beneficiosos para el cuidado personal. Más adelante abordaremos sus propiedades nutritivas, ¡no te lo pierdas!

Y tú, ¿conocías todas estas cualidades del aloe vera? ¿Recuerdas alguna otra que no hayamos mencionado? ¡Déjanos un comentario!

Fuentes: Botanical Online, Buena Vida, Mejor con Salud, Wikipedia.

Usos que no conocías para las toallitas húmedas en sobres individuales

¿Has visitado nuestra web y te has fijado que la mayor parte de lo que tenemos en la tienda son toallitas húmedas para adultos? ¿Te llaman la atención, te parecen unos productos muy curiosos pero te surge la duda de para qué o cuándo podrías usar todas estas toallitas en sobres individuales? Hoy te damos algunas ideas de para qué puedes utilizar nuestras toallitas húmedas monodosis y lo útiles que resultan, centrándonos en algunos de los productos dedicados al cuidado personal que encontrarás en nuestra web: toallitas de agua micelar, toallitas desodorantes y sobrecitos de gel higienizante de manos.

La gran ventaja de todos estos productos es su disposición en sobres individuales. Tanto las toallitas así envueltas como las dosis para un uso, resultan más duraderas que las que vienen en paquetes de 10, 20 ó más unidades, o en botes, ya que, al permanecer el envase cerrado hasta el momento de su uso, no se secan y mantienen íntegras sus propiedades durante un largo periodo de tiempo. Otra gran ventaja es que puedes llevar sólo las que necesites allá donde vayas sin ocupar apenas espacio.

En cuanto a cada producto en sí, a continuación te proponemos algunos usos muy prácticos:

1. Toallitas de agua micelar.

Hace un tiempo te contábamos en este post qué es el agua micelar, su excelente capacidad limpiadora y lo útil que resulta para limpiarse el rostro de forma fácil y rápida. Por todos estos motivos, estas toallitas en sobres individuales nos parecen perfectas para llevar contigo cuando vas a pasar bastantes horas fuera de casa. Poder desmaquillarte en el gimnasio si has ido directo desde el trabajo; llevarte un producto desmaquillante que apenas ocupa espacio si vas a pasar una, dos o varias noches fuera de casa; e incluso ofrecer una solución cómoda e higiénica a tus clientes si te dedicas al maquillaje profesional a domicilio, nos parecen unos motivos excelentes para hacernos con unas cuantas unidades.

Estas toallitas de tejido suave están impregnadas en una solución micelar de diseño exclusivo que ayuda a mantener la piel del rostro limpia y cuidada. Las pequeñas micelas eliminan el maquillaje y destaponan los poros, dejando la piel limpia y fresca al instante. También se pueden utilizar para limpiar y refrescar la cara por la mañana de forma muy rápida.

El agua micelar es un limpiador suave y efectivo que permite múltiples usos. En nuestro caso, hemos comprobado que las toallitas de agua micelar sirven incluso para eliminar ciertas manchas de maquillaje de la ropa, y hay quien las usa para limpiar materiales delicados como el ante. ¿Vosotros las usáis para alguna otra cosa curiosa?

2. Toallitas desodorantes individuales.

Las toallitas desodorantes en sobres individuales nos parecen un inventazo, especialmente para la primavera y el verano pero también para muchas otras situaciones. Esos días de calor agobiante, en los que sólo con salir de la oficina a tomar un café ya vuelves como si vinieras del gimnasio, por no hablar si tienes que visitar a varios clientes en una mañana… Con llevar una toallita en el bolso o la cartera, con lo poco que ocupan, solucionas en un pis-pas esas situaciones incómodas en las que no te sientes fresco.

También son muy útiles para eventos largos como bodas, bautizos o comuniones, en los que nuestra imagen tiene que mantenerse perfecta durante muchas horas. O si eres de los que se ponen muy nerviosos y sudan mucho antes de un examen, una entrevista de trabajo o una ponencia, con estas toallitas volverás a sentirte como recién duchado, manteniendo además la suavidad de la piel en las zonas más delicadas gracias al suave tejido de la toallita.

3. Sobrecitos de gel higienizante de manos.

El gel higienizante de manos se utiliza para limpiar e higienizar las manos sin necesidad de aclarado; una vez aplicado, el producto se evapora rápidamente, dejando las manos limpias. Hace unos años empezó a ser cada vez más común el uso de este tipo de geles en lugares públicos, centros de trabajo y restaurantes. ¿Te imaginas poder llevar un poquito en el bolsillo? Pues esta es la utilidad de estos sobres monodosis de gel higienizante: su reducido tamaño los hace ideales para situaciones en las que no tienes un grifo cerca para lavarte: salidas al campo o a la playa, mientras viajas, en el trayecto al trabajo…

Y si trabajas con público, en hostelería, o cualquier profesión en la que manipules muchos objetos o manejes billetes y monedas frecuentemente; y por supuesto si te dedicas a la estética, eres terapeuta, sanitario, si trabajas con niños o ancianos; estos sobrecitos son ideales para mantener la higiene en tus manos sin tener que estar constantemente yendo al baño a lavarte.

Debemos tener en cuenta que todos estos productos están ideados para este tipo de situaciones puntuales; desde luego que no van a sustituir a nuestros productos desmaquillantes, nuestro desodorante o gel higienizante, pero sí son idóneos para complementarlos y poder llevarnos un poquito con nosotros allá donde vayamos, “por si acaso”.

¿Qué otros usos se os ocurren a vosotros para estos productos monodosis?

4 consejos para preparar la piel para el verano

Con los primeros días de sol y el verano a la vuelta de la esquina, a todos nos entran ya las ganas de comenzar a broncearnos. Pero, ¡cuidado! Ya que después de tantos meses sin que nos dé apenas el sol, nuestra piel aún no está preparada para recibirlo. Hoy te traemos 4 consejos muy sencillos para preparar tu piel y que no sufra al broncearse.

1. Cuida la alimentación durante todo el año, comiendo la cantidad diaria recomendada de frutas y verduras. La fruta y la verdura proporcionan a nuestra piel los nutrientes necesarios para mantenerla sana, bonita y resistente. Presta especial atención a aquellos alimentos ricos en vitamina C, como los cítricos y las verduras de hoja verde, que ayudarán a tu piel a producir más colágeno.

El colágeno es una proteína que se encuentra entre la epidermis y los músculos, y juega un papel fundamental en el mantenimiento de la tersura y firmeza de éstos. Con el paso del tiempo, las fibras de colágeno se deterioran y modifican su estructura, dando lugar al envejecimiento cutáneo y las arrugas. Por tanto, es muy importante, para mantener la piel suave y elástica durante el mayor tiempo posible, propiciar la síntesis del colágeno en nuestro organismo, capacidad que se va perdiendo con los años debido al estrés oxidativo que sufren las células. De ahí la importancia de los antioxidantes en la alimentación.

En los meses previos al verano, además, refuerza la dieta con alimentos ricos en betacarotenos y licopenos, presentes también en frutas y verduras.

Los betacarotenos son un tipo de pigmento vegetal, generalmente de color amarillo o naranja, muy importantes ya que son precursores de la vitamina A, protegen nuestra piel frente al estrés oxidativo y además previenen ciertas anomalías en el crecimiento celular (crecimiento descontrolado de células que puede dar lugar a la aparición de tumores). Los encontramos en alimentos como las zanahorias, la calabaza, las naranjas… Por su parte, el licopeno es también un pigmento, en este caso de color rojo, y está presente en la sandía, el pimiento rojo, el pomelo rosa y sobre todo en el tomate. Sus propiedades para la piel son muy similares a las de los betacarotenos, y en su caso conviene ingerirlo junto a algún aceite como el de oliva para absorberlo mejor.

2. Exfolia tu piel, tanto la del rostro como la del cuerpo, al menos una vez a la semana. Con la exfoliación, se eliminan las células muertas y la epidermis queda limpia, tonificada y lista para recibir los primeros rayos de sol. Además, se activa la circulación, favoreciendo una mejor oxigenación de la epidermis, y estimula el sistema linfático, con la consiguiente liberación de toxinas a través de los poros.

No te olvides de incidir en las zonas más escondidas como los laterales de la nariz, los codos o la parte trasera de las rodillas. Un truco para hacerlo de forma más eficiente y rápida es hacerlo durante el momento de la ducha, ya que el vapor caliente hace que los poros se abran y así se facilita la eliminación de impurezas.

3. Hidrátate bien, no sólo con productos cosméticos sino también bebiendo mucha agua a lo largo de todo el día, incluso más que durante el invierno, para cuidar la piel desde dentro. El sol hace que la piel se reseque, de ahí la importancia de beber mucha agua para prevenir la deshidratación.

El agua, además de mantener la piel tonificada, la ayuda a eliminar las toxinas, y también es muy importante porque nos ayuda a absorber las vitaminas y minerales de frutas y verduras.

4. Broncéate de manera gradual. Antes de los días de piscina o playa, ve exponiéndote al sol poco a poco dando paseos o tomando el sol en parques o jardines. Comienza por la cara y el escote y a continuación, ve descubriendo brazos y piernas, siempre de forma gradual, para que tu piel vaya sintetizando la melanina poco a poco. Ve aumentando cada día unos minutos el tiempo de exposición, así tu piel se irá adaptando y no sufrirá. No abuses de los autobronceadores, ya que pueden taponar los poros y apagar el aspecto de tu piel.

En general, aunque a todos nos gusta coger color en verano, la clave está en la moderación, es decir, en no abusar del bronceado. Proteger la piel del sol es la mejor manera de cuidarla y mantenerla con aspecto joven durante más tiempo, ya que evitaremos la aparición de arrugas prematuras y manchas.

Y vosotros, ¿qué trucos tenéis para que vuestra piel no sufra con los primeros rayos de sol?

5 consejos para cuidar la ropa

Mantener la ropa en buen estado no sólo contribuye a mejorar nuestra imagen personal, sino que además ayudará tanto a nuestro bolsillo como al medio ambiente. Hoy te contamos 5 consejos para facilitarte esta tarea.

1. Mantén la limpieza y el orden. Lo primero que debemos hacer es mantener nuestros armarios, cómodas y cajones limpios y en orden. Al menos dos veces al año (puedes aprovechar el cambio de ropa de temporada) vacíalos por completo y límpialos bien. Aleja a las polillas forrando estantes y cajones con papel y usando repelentes con aromas. Clasifica y ordena los armarios por tipos de prendas y nunca guardes ropa sucia en ellos.

2. Evita que la ropa se deforme. Usa las perchas más adecuadas para cada tipo de prenda: para faldas y pantalones utiliza perchas con pinzas; cuelga camisas y chaquetas en perchas adecuadas a su peso; y la ropa que se arruga menos como camisetas o jerséis, puedes guardarla doblada. Utiliza cestos o cajitas para la ropa interior y los accesorios pequeños y, si no te cabe toda la ropa en el armario, evalúa si ha llegado el momento de deshacerte de parte de ella: dona la que no te pongas y tira la que ya no esté para usar (o reutiliza la tela para trapos). Así evitarás que la ropa se arrugue o enmohezca, y te será más fácil mantener el orden.

3. No abuses de la lavadora y la plancha. Airea la ropa entre puestas y evalúa si realmente es necesario lavarla. Los lavados desgastan las telas y pueden decolorar y deshilachar las prendas. Para algunas, bastará con darles un buen cepillado con un cepillo para la ropa para conservar su aspecto limpio. Si tienen manchas pequeñas en zonas puntuales puedes usar algún producto especial como toallitas quitamanchas en lugar de lavarlas. Al lavar, escoge el programa más adecuado para cada prenda y prioriza los programas cortos y el lavado en frío: tanto tu ropa como tu cartera te lo agradecerán. Evita la secadora, tiende la ropa bien sacudida y estirada para evitar la plancha y, si tienes que planchar, no te pases con la temperatura.

4. Guarda la ropa que no es de temporada. Lleva a la tintorería las prendas que lo necesiten y lava la ropa antes de guardarla en maletas o cajas de tela (existen muchas soluciones en el mercado). Utiliza bolsas de vacío para prendas que abulten mucho como jerséis y bufandas, con productos antipolillas si son de lana, y rellena con papeles o bolsas las botas y zapatos para que no se deformen. Utiliza fundas de tela para trajes y abrigos para que transpiren e intenta no apelmazar mucho las prendas más delicadas.

5. Invierte en prendas de calidad. Escoge marcas que utilicen telas y materiales duraderos; aunque a priori pueda suponerte más gasto, a la larga te saldrá más rentable. La ropa buena es más fácil de cuidar, pero si no quieres ver muy perjudicado tu bolsillo, puedes aprovechar las temporadas de rebajas para hacerte con un buen fondo de armario. Además, consumir productos duraderos es más sostenible y el medio ambiente te lo agradecerá.

Y tú, ¿conoces más trucos para el cuidado de la ropa?

La cosmética masculina

En los últimos 25 años, el consumo de cosméticos orientados al público masculino ha aumentado más de diez veces. En 1990, sólo el 4% de los hombres españoles consumía algún producto cosmético más allá de los relacionados con el afeitado, gel de ducha o champú. En la actualidad, más del 50% usa a diario cremas hidratantes, contorno de ojos, geles exfoliantes o productos para el cuidado de la barba. Hoy te contamos por qué se ha producido este cambio, cuáles son los productos preferidos de los hombres y cómo incorporar su uso a la rutina diaria.

Cosmética masculina

Cambio en el canon de belleza masculino

¿Por qué se ha producido este aumento tan significativo en el consumo de cosméticos por parte de los hombres? Principalmente por dos razones: la ruptura de las barreras de género y el cambio en el canon de belleza masculino. El prototipo de hombre masculino actual difiere mucho del de hace 20 ó 30 años. En los años 90, el ideal de belleza masculino eran los hombres hipermusculados, rudos y fuertes, con actores como Bruce Willis o Sylvester Stallone a la cabeza del prototipo de hombre.

Durante los primeros años del siglo XXI hubo una ruptura total con esta idea y surgió la figura del hombre metrosexual, con David Beckham a la cabeza, que cuidaba mucho su aspecto y empezaba a demandar tratamientos de belleza tradicionalmente femeninos: depilación, uso de cremas, masajes, etc.

Cosmética masculina: el canon de belleza actual

Hoy en día se ha abierto paso un nuevo concepto de atractivo masculino. El hombre de 2019 es un hombre refinado, que se cuida y tiene en cuenta su apariencia pero de una forma mucho más natural, de aspecto elegante y saludable basado no sólo en la estética sino en el estilo de vida en conjunto. Ir al gimnasio pero no en exceso, comer saludable e incluso ser vegano, aunque sin dejar de disfrutar de los pequeños placeres de la vida. Igualmente, ha irrumpido con mucha fuerza desde hace algunos años la tendencia hipster: hombres con barbas muy cuidadas, pelo largo o recogido en moños y estilismos de los años 70 se han hecho un hueco entre los ideales masculinos.

Cosmética masculina: belleza hipster

Los productos “for men”

De esta forma, el mundo de la cosmética ha dejado de ser exclusivo para las mujeres. El hombre actual ha incorporado a su rutina diaria el uso de cosméticos especialmente diseñados para él: serums, hidratantes, exfoliantes, productos específicos para el cuidado de la barba, etc. Cada vez hay mayor demanda y el sector ha apostado fuerte por los productos “for men”.

El número de empresas que lanzan productos especialmente formulados para hombres va en aumento, pero ¿realmente hay diferentes necesidades entre mujeres y hombres? La respuesta es sí. La piel del hombre es muy distinta a la de la mujer: suele ser más gruesa y fuerte debido a la testosterona, y tiene más tendencia a producir grasa después de la pubertad, lo cual puede aumentar las probabilidades de sufrir acné durante más tiempo. Además, los hombres tienen una mayor densidad de colágeno, algo que ayuda a su piel a permanecer joven durante más tiempo.

Los productos estrella que usan los hombres son aquellos para reducir la fatiga de la piel y los efectos del rostro cansado, principalmente los geles limpiadores, contorno de ojos y cremas hidratantes, pero poco a poco van utilizando más productos específicos para el afeitado o cuidado de la barba, como las pomadas de fijación, o los productos anticaída para el cabello.

Cosmética masculina: tratamientos de belleza para el hombre

Ahora bien, también es muy importante que los hombres conozcan su tipo de piel para saber cuáles son los productos más apropiados. Por ejemplo, para la piel muy grasa no convienen las cremas súper hidratantes; o para aquellos que se afeitan a diario y usan aftershaves con alcohol, probablemente la piel se estará resecando mucho y habrá que nutrirla.

En cuanto a las preferencias específicas, los hombres buscan productos que no les dejen demasiada sensación grasa en la piel, que no estén demasiado perfumados y que sean de textura ligera. Esto lo saben los laboratorios y es otro de los motivos por los que crean productos específicos “for men”.

Cómo usar los cosméticos masculinos

Cada vez hay mayor variedad de productos para hombres; por tanto, ya no hay excusa para comenzar a cuidarse la piel. Para aquellos que deseen iniciarse, no es recomendable empezar con un montón de productos de golpe, ya que de esta forma será difícil incorporarlo a la rutina y el cuidado de la piel se acabará convirtiendo en algo pesado y tedioso.

Cosmética masculina: limpieza facial

La mejor opción es empezar poco a poco. Lo más sencillo es comenzar usando un limpiador facial para retirar impurezas de la piel, más una crema hidratante con protección solar; esta combinación será suficiente para principiantes. Una vez incorporado el uso de estos productos a la rutina diaria, se puede dar un segundo paso e introducir al ritual el contorno de ojos, y un tiempo después un sérum para nutrir el rostro.

Para los que no han sucumbido a la moda de la barba, es el momento de buscar un producto para el afeitado que proteja la piel frente al rasurado frecuente, como las espumas que suavizan y preparan la piel antes del afeitado y después la dejan limpia y luminosa. Si la piel es especialmente sensible, existen bálsamos al aceite que aportan una protección extra.

También conviene tener a mano un hidratante corporal, especialmente en los meses de más frío y más calor, que es cuando más sufre la piel, y para no agobiarnos con tanto bote en la ducha, podemos optar por un gel-champú.

Cosmética masculina: maquillaje para hombre

Finalmente, para los expertos y los más atrevidos, faltaría introducir el maquillaje, la gran asignatura pendiente de los hombres. El maquillaje ya no es exclusivo de las mujeres y cada vez existen más marcas que están sacando productos destinados al sector masculino: BB creams, bases, polvos compactos, bálsamos labiales… toda una gama de productos para mejorar el aspecto y sentirse bien con uno mismo. Pero ojo, hay que tener en cuenta que, salvo el maquillaje destinado al mundo del espectáculo, en el caso de los hombres se trata de buscar siempre la naturalidad.

Cosmética masculina: belleza natural

En definitiva, vemos que en la actualidad, los hombres han comenzado a cuidarse tanto o más que las mujeres y que esta tarea es cada vez más sencilla dada la creciente oferta de productos “for men” por parte de la industria cosmética.

Y tú, ¿conocías esta corriente y toda esta gama de productos? ¿Eres hombre y usas cosméticos a diario?