El batch-cooking o cómo cocinar en una tarde para toda la semana

No es ninguna novedad que la vida que llevamos actualmente apenas nos deja tiempo libre. Siempre andamos corre que te corre y parece que los días tendrían que tener más horas; casi no tenemos tiempo para hacer todo lo que nos gustaría, como para ponernos a cocinar. Así que acabamos tirando de comida precocinada o de picoteos cero nutritivos más a menudo de lo que quisiéramos. Pero, ¿es esto saludable? La respuesta es no, así que si queremos empezar a cuidarnos comiendo bien, pero nuestros quehaceres diarios no nos dejan tiempo para cocinar, tendremos que recurrir a la tendencia de moda en la organización del hogar: el batch-cooking.

El batch-cooking, o la cocina por lotes, es el nombre que se le ha puesto actualmente a lo que mucha gente practica desde hace tiempo para ahorrar tiempo en la cocina, y que consiste en cocinar en un solo día para toda la semana, platos terminados o bien diferentes alimentos básicos para luego poder crear distintas recetas de manera fácil y rápida. Esta práctica permite improvisar platos ricos y saludables los días que no tenemos tiempo para cocinar.

¿Cuáles son las grandes ventajas del batch-cooking? Que no sólo podrás dedicar tiempo a otros quehaceres, sino que comerás más sano y variado, ahorrarás dinero y no desperdiciarás comida. ¿Quieres saber cómo lograrlo? Pues sigue leyendo 😉

PRIMER PASO: ORGANÍZATE

Lo primero que tendremos que hacer será detenernos un momento a pensar con un papel y un lápiz, y definir cuántas comidas necesitamos preparar (las cinco comidas de la semana, también las cenas, o incluso desayunos y meriendas). Organiza un menú semanal indicando qué tipo de alimento tienes que incluir en cada comida: verduras, legumbres, cereales, pescado, carne, huevo, etc.

Piensa qué usos puedes darle a un mismo ingrediente: por ejemplo, unas verduras asadas te pueden servir como guarnición, como plato único añadiendo un huevo o para una crema; unas legumbres cocidas te valen para un guiso o para una ensalada; un mismo salteado lo puedes comer un día con carne y otro día con arroz.

¿Qué alimentos podemos utilizar en el batch-cooking?

Verduras. Son muy versátiles y se pueden usar crudas, asadas, cocidas, al vapor… como guarnición, en revueltos, ensaladas, cremas, etc.

Pastas, arroces y cereales, que podemos guardar cocidos para luego combinar con verduras asadas, latas de conservas o en ensaladas.

Legumbres. Congelan muy bien y, al tener una parte proteica, nos pueden servir como plato único.

Huevos. Se pueden conservar cocidos o en tortilla, o bien usarlos en el momento para hacer un revuelto con las verduras que hemos cocinado previamente.

Carne y pescado. En guiso o asados también congelan muy bien, o podemos conservarlos en crudo para hacer a la plancha en el momento.

Frutos secos, pasas y semillas. Para hacer granolas o conservarlos tal cual para acompañar yogures o macedonias de frutas.

Puede que nos lleve un buen rato planificar todo esto pero piensa que será la única vez en toda la semana. Una vez que tenemos claro el menú semanal, revisaremos lo que tenemos en la nevera para averiguar a qué ingredientes hay que dar salida en primer lugar, y en función de eso elaboraremos una lista de la compra.

SEGUNDO PASO: SIMPLIFICA

Para que nuestra sesión de batch-cooking no se convierta en una odisea, tenemos que ser prácticos y simplificar. Intenta que algunos de los platos que hayas definido se puedan congelar, así cuando los prepares, puedes cocinar una cantidad grande para congelar por raciones. Esto funciona muy bien con los guisos de legumbres, las cremas de verduras, las carnes y pescados, y en realidad, prácticamente todo lo que no lleve patata o arroz. Deja estas comidas para final de la semana y consume antes las que aguanten menos días en la nevera.

Aprovecha los tiempos: si vas a encender el horno, utiliza todas las bandejas que puedas para asar distintas verduras a la vez, hornear pescado, lasaña… Ayúdate del microondas para hacer por ejemplo verduras al vapor, y usa un robot de cocina para picar ingredientes para sofritos, salsas y patés. Aprovecha los fuegos para hacer grandes cantidades de caldo, estofados, hervir pasta o arroz, sofreír…

Hazte con una buena colección de tarros, tuppers, tarrinas, bolsas de zip… para poder guardar toda esta comida que prepares.

TERCER PASO: RESÉRVATE UN DÍA

Para poder llevar a cabo este método del batch-cooking, vas a tener que reservarte al menos medio día, preferiblemente un día que no trabajes para poder cocinar tranquilo. Calcula cuánto tiempo vas a necesitar para revisar la nevera y el congelador, hacer la lista, ir a la compra y después unas tres o cuatro horas para cocinar y recoger todo, ya que puede que al final inviertas casi un día entero. A priori puede parecer mucho pero piensa todo el tiempo que vas a ahorrarte durante la semana. También lo puedes plantear como actividad familiar para que sea más divertido.

Comienza lavando y cortando todas las verduras que vayas a cocinar; incluso las que vayas a comer en crudo en ensaladas -si las tapas bien pueden durar dos o tres días-. Continúa con los sofritos de base: puedes hacer uno grande de ajo y cebolla y combinarlo después con distintas hortalizas y verduras para hacer distintas elaboraciones, dividiéndolo en ollas y sartenes. Prepara los guisos que requieran cocciones largas y deja que se vayan cocinando mientras haces otras cosas.

Enciende el horno y mete distintas bandejas con verduras, pescados o comidas tipo pastel. Cuece las verduras que vayas a usar para cremas, sobre alguno de los sofritos que tengas listos, y cuece también las pastas y arroces, aprovechando para poner verduras al vapor encima.

Deja enfriar todo lo que has preparado y cuando esté a temperatura ambiente, guárdalo en los distintos recipientes. Usa tarros y fiambreras de tamaño adecuado a la ración a consumir: aprovecharás mejor el espacio en la nevera o el congelador y la comida se resecará menos. Añade un poco de aceite a las pastas y arroces para que aguanten más y tapa bien las verduras al vapor.

Recoge la cocina y ¡ya tienes todo listo! A lo largo de la semana agradecerás cada día el haber hecho este pequeño esfuerzo.

¿Conocíais este método del batch-cooking?